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Seguro para Preexistencias


Existen diferencias importantes entre náuseas e hipertensión, como también las hay entre una gastroenteritis y una úlcera o una distención muscular y arritmias. Las primeras son enfermedades comunes, ya las segundas son enfermedades preexistentes o crónicas. Debes estar atento al adquirir tu Seguro para Preexistencias.

Durante un viaje al exterior puede sorprenderte una cefalea repentina o un dolor de estómago, producto tal vez de alguna comida que te ha caído mal. Contando con un seguro de viaje, el problema se resolverá rápidamente con una atención médica inmediata y la toma del medicamento recetado para el caso.

Pero si esa cefalea se debe a un aumento de la presión, quiere decir que sufres de hipertensión, considerada una enfermedad crónica que debe controlarse regularmente con la medicación adecuada.

En ese caso deberás contar con un Seguro para Preexistencias. Si no lo tuvieras, no podrás recibir la atención médica correspondiente: deberás pagar por la consulta y, en el exterior, el precio es muy elevado. Eso podría complicar tu situación financiera durante el viaje!

Te preguntarás, ¿cuáles son las enfermedades preexistentes o crónicas, verdad? A seguir, te citaremos algunos ejemplos:

Diabetes, asma, hipertensión arterial, insuficiencia renal, enfermedades cardiovasculares, bulimia, anorexia, epilepsia, úlcera gástrica.

Sufriendo alguna de estas enfermedades, deberás contar con una cobertura adecuada para viajar, porque los seguros comunes, tradicionales, sólo dan cobertura para situaciones médicas fortuitas que ocurren durante el viaje. Una enfermedad crónica o preexistente requiere tratamiento y medicación inmediata.

Por ese motivo, si tu caso es de preexistencia o enfermedad crónica, contrata un seguro para preexistencias para poder contar con la cobertura acorde a tu caso.